¿Cómo definir nuestros objetivos de escritura anuales?

Recién estamos iniciando el año y, como todo nuevo comienzo, viene de la mano de la evaluación de lo que hemos dejado atrás y del planteo de nuevos objetivos y desafíos a cumplir. Veamos, ¿cómo podemos plantearnos nuestras metas de escritura este 2024 para tener un año exitoso?

El comienzo de un nuevo año es un momento propicio para reflexionar sobre el que terminó, aprender de las experiencias vividas y trazar un camino para transitar los próximos 366 días (en el caso de este 2024 bisiesto) de manera exitosa.

Puede que el año que dejamos atrás hace pocos días haya sido de mucha escritura o, por el contrario, encontremos en nuestra evaluación que no llegamos a cumplir con lo que nos habíamos propuesto el pasado enero. En el caso en que no hayamos tenido éxito en cumplir con nuestras metas, evaluemos con benevolencia el por qué resultó ser así, para poder ver cuáles fueron las causas y tenerlas en cuenta a la hora de establecer nuestro objetivo de escritura de este año.

Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo.
Julio Cortázar

La práctica de establecer objetivos es milenaria y, si bien puede ser una herramienta valiosa ya que proporciona dirección, enfoque y un sentido de propósito, también puede resultar un punto de frustración si las metas planteadas son en exceso ambiciosas, poco realistas o demasiado generales.

¿Cómo establecer objetivos de escritura reales?

Para poder cumplir con nuestras metas de escritura este 2024, las mismas tienen que ser:

  1. Especificas: Cuanto más claras sean nuestras metas, más fácil será encontrar el camino para su consecución. La especificidad nos ayuda a poder medir nuestro progreso. Por ejemplo: “Este año voy a escribir 20 minutos todos los días.”.
  2. Realistas: Es crucial establecer metas realistas y alcanzables. Los objetivos demasiado ambiciosos pueden resultar desmotivadores porque llegar a cumplirlos puede resultar en un camino largo y, en apariencia, sin fin. Esto no significa que nuestros objetivos deban ser sencillos o simples, sino que, los objetivos ambiciosos deben ser reales (debemos tener la posibilidad real de llevarlos a cabo en el plazo que nos pongamos). Por ejemplo: “Este año voy a escribir el primer borrador de mi libro. Para ello voy a dedicarme a escribir dos horas diarias de lunes a viernes.”.
  3. Relevantes: Si las metas que nos ponemos están alineadas con nuestros valores personales y aspiraciones a largo plazo, nuestra motivación para cumplirlas será mayor, porque su consecución tendrá un impacto significativo en nuestra vida. Por ejemplo: “Mi meta es escribir para sanar, por esto le voy a dedicar 20 minutos diarios a la escritura.”.
  4. Temporales: Si bien las metas que nos ponemos a principio del año suelen tener un plazo de doce meses, muchas veces es más motivador y realista establecer plazos más cortos de evaluación. Dividir un gran objetivo en pequeños objetivos medibles nos facilita la gestión de estos, nos ayuda a motivarnos y nos permite aplicar correcciones de curso ante posibles desviaciones. Por ejemplo: “Tengo un borrador de una novela y mi meta es publicarla este año. Para ello una vez por semana me voy a juntar con mi corrector/a de estilo para pulir el material. Mi objetivo a mediano plazo es tener el borrador final listo para mitad de año y poder enviárselo a la editorial para la corrección ortotipográfica.”.
  5. Flexibles: La vida está llena de imprevistos y de momentos especiales que ameritan hacer una pausa, por esta razón, es fundamental que nuestras metas se puedan ajustar según sea necesario. Esta flexibilidad es clave para conseguir el éxito a largo plazo. Por ejemplo: “Finalmente pudimos irnos de vacaciones todos juntos, voy a pausar la escritura por este tiempo para poder disfrutar plenamente de mi familia y luego retomar con más motivación.”.

La clave al establecer nuevas metas es encontrar un equilibrio que se ajuste a nuestras necesidades y circunstancias específicas. En algunos casos puede ser que los objetivos generales y a largo plazo funcionen, en otros va a ser mejor contar con objetivos muy específico, mientras que, para algunas metas, la mejor estrategia será establecer un objetivo general que pueda descomponerse en objetivos específicos que permitan medir el progreso. La flexibilidad para adaptarse a diferentes contextos y circunstancias es esencial para garantizar el éxito a largo plazo.

¿En qué nos ayuda el establecer objetivos de escritura?

Definir metas realistas nos sirve para tener más en claro a dónde queremos llevar nuestra escritura. Entre otras cosas, los objetivos nos brindan:

  • Enfoque: Tener en claro que es lo que deseamos conseguir nos ayuda a guiar nuestras acciones diarias, a tener un rumbo y poder reencauzarnos ante los desvíos. Por ejemplo: “Si mi objetivo es escribir 20 minutos diarios y me salteo un día, puedo escribir 40 minutos de corrido al día siguiente, o dos períodos de 20 minutos.”.
  • Motivación: Conocer a dónde queremos llegar estimula el deseo de superación personal y genera un impulso que perdura a lo largo del tiempo. Por ejemplo: “Si mi meta es publicar este año mi primer libro, ir cumpliendo cada paso que necesito dar para lograrlo en tiempo y forma, me alienta a seguir adelante.”.
  • Crecimiento Personal: Reflexionar sobre nuestras aspiraciones, habilidades y áreas a mejorar nos ayuda a crecer. Al cumplir los objetivos que nos proponemos, somos capaces de medir nuestro progreso. Por ejemplo: “Luego de un año de haber escrito a diario por 20 minutos, tengo una rutina de escritura establecida y consistente que me permitiría aspirar a un objetivo mayor.”.
  • Planificación estratégica: Establecer objetivos claros nos ayuda a gestionar mejor el tiempo y los recursos disponibles. Por ejemplo: “Si quiero terminar el primer borrador de mi libro en un año, voy a evaluar cuánto tiempo diario tengo que escribir, qué necesito tener preparado para hacerlo y cuándo es mi momento más productivo para conseguir mi meta.”.

Establecer objetivos de escritura a principio de año es plantearse un lindo desafío a cumplir.
Si tenés ganas de compartir tus objetivos de escritura de este 2024, podés enviármelos a hablemos@mivozentinta.com

¡Te leo!